En esta séptima y última entrega de la serie, Harry casi es mayor de edad, pero no se prepara para su último curso en Hogwarts, sino que la víspera de su cumpleaños será trasladado a una casa franca de los últimos fieles al recién fallecido Dumbledore. La rebelión se acerca, y Voldemort consigue hacerse con el Ministerio de Magia para nombrar Harry Potter enemigo público. Harry descubrirá que no puede confiar en nadie más que sus fieles amigos, y junto a ellos se convertirá en fugitivo. Sabe que sólo con las Reliquias de la Muerte (una varita mágica invencible, una capa de invisibilidad indestructible y una piedra de la resurrección) conseguirá matar el último trozo del alma de Voldemort, pero después deberá enfrentarse a él.
JA
No hay comentarios:
Publicar un comentario